Un genio de la creatividad y de los tres cerebros superhéroes del neuromarketing, llamado Kevin Roberts decía “Lo que mueve a los seres humanos es la emoción, no la razón”
Y tú podrías contestarle: DEPENDE, ¿no?
¿De qué depende?
Pues entre otras razones, depende de un «palabro»: NEUROMARKETING, que poco a poco pero con seguridad, se ha ido haciendo hueco en nuestro día a día y viene a desmontar nuestras creencias primitivas sobre las reacciones el funcionamiento de nuestro cerebro.
Por defecto, pensamos que nuestro cerebro funciona siempre de una forma racional y lógica, y no es así.
El cerebro va de lo más simple a lo más complejo y este tránsito ocurre porque existen 3 tipos de cerebro.
Según el Neuromarketing, los tres cerebros superhéroes son:
- El cerebro Reptiliano o «el superviviente». El que decide y promueve las funciones primarias. El más animal y el que nos mantiene en alerta.
- El cerebro Límbico o «el emocional». El que siente y controla las funciones emocionales. Es el centro de gestión de todas nuestras emociones.
- El cerebro Neocortex o «el racional y sabelotodo». El cerebro que piensa y realiza las funciones racionales. El que nos diferencia de los animales.
Como habrás imaginado el neuromarketing tiene mucho que decir al respecto.
Es la disciplina que se encarga de estudiar e identificar las áreas del cerebro que se activan en el proceso de toma de decisiones de los consumidores y de esta forma prever el comportamiento del cliente en el proceso de la compra.
¿Lo trasladamos a tu proceso de venta convirtiéndote en un super héroe?… bueno ¡en tres!
Si quieres dar a conocer tu producto/servicio, primero tendrás que llamar la atención, ser novedoso y sencillo de entender.
Toca ser Flash, ¡veloz como el rayo!
Tu objetivo es hacer que tu público con la ley del mínimo esfuerzo se fije en ti. Y dispondrás de poco tiempo porque si no te ignorarán.
Después, te convertirás en Wonder Woman,
el espíritu de la verdad.
Y conquistarás a tu audiencia con sentimientos y emociones que le llenen y les haga comprender la necesidad de tu servicio/producto.
Y al final del proceso de venta tienes que dar soluciones con datos lógicos, evidencias y demostraciones.
Te transformas en Aquaman,
convirtiendo los inconvenientes en aciertos.
Ahora ya sabes por qué «depende» tanto del neuromarketing lo que nos mueve a los seres humanos en un proceso de compra… ni siempre es la razón, ni siempre es la emoción… ¡depende de a qué cerebro estén estimulando los mensajes comerciales que emites!
Así que a partir de este momento y nunca mejor dicho ¡usa “bien” el cerebro! para no saltarte ningún paso:
- Llama la atención
- Genera una emoción
- Sostén la decisión de compra con lógica
¿Te animas a pensar que tipo de cerebro es el que crees que tienes que activar en tu público objetivo para tu producto/servicio estrella: reptiliano, límbico o neocortex?